martes, 3 de febrero de 2015

El escalofrainte riesgo de la Bolsa argentina

La palabra riesgo en inversiones es extremadamente utilizada. A mí gusto, un poco más de la cuenta.
Sabemos que, per sé, una inversión en Bolsa es más riesgosa que otras inversiones tradicionales como un depósito a plazo fijo. Pero no descubro nada con ello, sino que detrás convalido la regla que rige en los mercados globales: a mayor riesgo, mayor retorno esperado asociado.
Pero cuando hablamos de riesgo, ¿a qué nos referimos exactamente?
Para medir el riesgo de una inversión en el mundo bursátil se utiliza la noción de volatilidad, la cual está asociada a la variable estadística de desvío estándar. En términos simples, este indicador señala cuál es el nivel promedio de desvío de precios respecto un precio promedio en un período de tiempo determinado.
Cuanto mayor es el desvío estándar, más volátil es el activo: implica que los movimientos de precios oscilan mucho más en relación al precio promedio de ese rango de fechas.
A menudo solemos señalar que la Bolsa argentina es una de las más volátiles del mundo. Esto se debe,en parte, al pequeño tamaño relativo del mercado, la baja liquidez de muchas acciones y la inercia cambiante de la economía local.
No hay duda de ello. Esto es así.
Mientras que en las bolsas desarrolladas, como los principales índices de Wall Street o Europa, el nivel promedio de volatilidad o desvío se ubica por debajo del 20% anual, para el Merval, principal índice de acciones argentinas, ese nivel más que se duplica.
Por ejemplo, para las últimas 40 ruedas bursátiles, la volatilidad llegó al 49%. Esto es altísimo. Y hasta intolerable para los inversores con perfiles de riesgo más conservador.
Cuando desagregamos el análisis, observamos que los niveles de volatilidad de las acciones integrantes del índice son aún más grandes, llegando, en algunos casos, al 93% (como en Petrobras Brasil).
1502_Riesgo argentino
Estos datos, que surgen del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), muestran a las claras el por qué la Bolsa argentina se asocia con una inversión de altísimo riesgo. Adicionalmente, lo que observamos es que la prima de volatilidad subió un escalón más en 2015 respecto el nivel de 2014.
¿Por qué?
Por dos cuestiones: estamos en un año de elecciones presidenciales y el mundo se ha tornado más volátil.
Pero esta mayor volatilidad (riesgo) es la que me hace ser más optimista con el Merval para los próximos meses. Usted podrá considerar que no es el momento adecuado para invertir ni mucho menos, considerando los grandes desajustes que existen en la economía argentina.
Pero como dije en un principio, existe una correlación positiva entre el riesgo y el retorno esperado. Y si hay más riesgo hoy, es de esperar que haya más retorno mañana.
Observemos el comportamiento del índice en los primeros 23 días de 2014 y de 2015:
1502_Merval en 23 dias
Luego de un comienzo de año errático, el Merval está haciendo un catch up de performance respecto el 2014. De continuar así, se esperan semanas aún más ventajosas para el inversor que las vividas un año atrás.
Gran parte de las noticias y eventos negativos ya está incorporado en los precios actuales de los activos.
Soy consciente del riesgo, pero soy optimista con las acciones argentinas en 2015.

lunes, 26 de enero de 2015

La salida de Grecia puede ser la solución para la UE


A lo largo de mi vida profesional, tanto como economista o como inversor, adherí en algunos momentos a la tendencia de la corriente contraria al consenso.
Desde ya que no es una conducta que utilizo en todos los casos, pero llevar adelante el ejercicio de ser contrario a una tendencia puede ser muy gratificante en casos puntuales.
Hoy el tema central en los mercados financieros es la elección que se llevó a cabo en Grecia el último domingo y la victoria del partido de “izquierda” en la misma. Rápidamente, al escuchar el discurso del dirigente ganador, los miedos y temores se expandieron por todo el Viejo Continente.
La amenaza griega atacaba de nuevo…
A menos de cuatro años del primer gran rescate de la economía de ese país, el ahora partido gobernante amenaza con tirar a la borda todos los planes de reestructuración y ajuste conseguidos hasta el momento.
El pensamiento consensuado de la gran mayoría de los analistas es que al euro le esperan semanas de mayor turbulencia a la ya causada por la última decisión del Banco Central Europeo de emitir una cantidad innumerable de euros sin precedentes hasta el 2016.
Es una teoría que comparto, pero sólo en el corto plazo.
Creo que la volatilidad persistirá, sin dudas. Pero mirando el mediano plazo pregunto…
¿No es la salida de Grecia la mejor noticia que puede darse para la Unión Europea?
Sin dudas que es un pensamiento contrario al consenso actual, pero mi justificación está basada en lo siguiente…
En lo inmediato, la UE está entre la espada y la pared, así como lo está Grecia también. Por el lado de la región común, los principales tenedores de deuda griega son jugadores “pesados” de las principales economías del bloque.
Exposición a deuda griega
Desde ya que esto es un problema grave, sin dudas, ya que un default de la deuda generaría pérdidas cuantiosas.
Pero me hago la siguiente pregunta:
¿Le conviene a la UE tener un país tan desalineado en términos macroeconómicos como Grecia?
Analicemos lo siguiente:
– Mientras que la tasa de desempleo de la zona euro es de 11,5%, esa variable supera el 25% en Grecia.
– Mientras que para la Eurozona el déficit fiscal agregado es de casi 3% del PBI, para el país helénico ese indicador alcanza el 12,2% de su producto bruto.
– Mientras que la relación Deuda / PBI de la UE se unica en torno al 94%, para Grecia esa variable llega a 175%.
Y así sucesivamente…
Internamente muchos saben, y coincido, que por más rescate y reestructuración de deuda que se haga a la economía griega, la misma no podrá despegar mientras no haya un cambio estructural.
Y quizás ese cambio estructural sea salir de la UE, con los costos políticos y económicos que trae aparejado.
Pero para la UE quizás es el momento de cortar financiamiento, hacer efectiva la pérdida hoy y evitar que la misma se haga un efecto “bola de nieve” con costos muchos mayores a los actuales.
Una salida de un país del bloque común puede ser un ejemplo aleccionador para el resto de los países que intenten vivir de prestado y en la sobreabundancia.
Póngase un instante en el lugar contrario al consenso y verifique que es lo más conveniente pensando en el largo plazo.
Luego, emita una opinión.

viernes, 16 de enero de 2015

¿Por qué sube el oro?


"No des por muerto a quien pelea", dice la cita...y así parece para el caso del oro en la actualidad.

Los últimos dos años han sido realmente frustrantes para aquellos que apostaron al oro o a empresas mineras. Y no es para menos ya que mientras que el índice de acciones S&P 500 quebraba récords históricos (subiendo más de 30% en 2013 y un 12% en 2014) este metal no ha parado de bajar. Y esto, inevitablemente, arrastró a las empresas del sector.

Sin embargo, para finales del año pasado algo comenzó a cambiar...

La estrepitosa caída de más de 50% del precio del petróleo ha sido una fantástica noticia para el metal precioso. Resulta que ese hecho fue el principio del caos financiero, de mayor pánico y de la llegada de un gigante dormido: la "volatilidad".

No hay que exagerar los movimientos, desde ya, pero se van formando indicios que pueden confirmarse en tendencias a lo largo de 2015. Para ello busquemos fundamentos...

Analicemos los rendimientos relativos en lo que va de 2015:


Como se observa, los dos ETFs más rentables son el FAZ (que juega a la baja apalancada de las financieras estadounidenses) y el GDX (fondo que contiene acciones mineras). Mientras que en la sección commodities, quien está en "verde" en más de 6% es, ni más ni menos, el oro.

Más allá de que podemos justificar la suba del metal por la mayor incertidumbre e inestabilidad, no podemos dejar descansar la totalidad de nuestra justificación solamente en ese hecho. Hace varios meses que la correlación entre pánico y precio del oro ha dejado de ser estrictamente positiva.

Entonces, ¿por qué sube el metal...?

Hay varios motivos.

El primero y principal es Estados Unidos.

Por segundo mes consecutivo la inflación mensual fue negativa si consideramos el índice agregado, incluyendo los precios de los alimentos y la energía. En este sentido el índice de precios minoristas de diciembre mostró un retroceso de 0,4%, el mayor en los últimos seis años.

Asimismo, si consideramos el índice core, que excluye alimentos y energía, el índice no varió, cuando se esperaba un avance de 0,1%.

Este efecto adicionado a los problemas laborales verificados en la industria del petróleo no convencional en ese país ha hecho que las expectativas de suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal se disipen en el corto plazo. El consenso habla ya de que, si hay un ajuste del costo del dinero, recién se dará en el segundo semestre.

Esto fortalece al oro.

En segundo lugar, la demanda en China sigue siendo fuerte. Con el metal en precios más bajos en tres años, los chinos ahorren e invierten en él. Una aceleración de la segunda economía mundial podría potenciar esa tendencia.

Finalmente, India levantó, hace poco menos de un mes, las restricciones a las importaciones de metales preciosos. Eso llevó a una gran variación porcentual interanual en la demanda de oro y plata, efecto que continuará. Los indúes aman el metal.

Si esto es así, el oro seguirá subiendo.

¡Inversores atentos!

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Los especuladores del petróleo al descubierto


Tengo 14 de años de experiencia en los mercados y las inversiones. Si hay algo que aprendí, ciertamente, es que el precio de cada uno de los activos financieros es el “rey”.
¿Qué implica esto?
El precio de un activo financiero es único y es el que se deriva de la interacción de la oferta y la demanda. En muchas ocasiones uno sabe que el precio puede estar manipulado por cuestiones ajenas a los fundamentos de ese activo y que en la teoría ese nivel debería ser muy distinto al que muestra la realidad.
Pero allí no hay nada que hacer. El precio que se muestra en la pizarra manda y hay que aceptarlo, nos guste o no desde nuestra perspectiva de inversores.
Pero ciertamente cuando notamos que el desfasaje entre el precio de mercado y el precio que debería tener un activo es demasiado grande, ahí es donde aparecen las grandes oportunidades.
Esta vez quiero referirme al petróleo y su abrupto descenso de más de 45% en el 2014. Me cuesta creer que a todo el espectro de analistas globales se les haya pasado por alto este repentino exceso de oferta del commodity en sus proyecciones para el precio del crudo durante este año.
Siempre, desde un primer momento, manifesté que el trasfondo de la caída del precio del petróleo respondía a una cuestión geopolítica donde una gran cantidad de poder global estaba en juego. La irrupción desde hace unos años atrás de Estados Unidos como gran productor mundial de petróleo y gas no convencional amenazaba con cambiar las relaciones de poder en el mundo y la influencia de la OPEP (Organización de los Países Exportadores de Petróleo) en el mapa global.
Y la reciente tapa del prestigioso diario The Economist así lo demuestra (foto principal)...
Pero aún considerando este cambio estructural en el mercado energético global, no encuentro justificación suficiente para explicar la baja tan abrupta del precio del oro negro.
Y es ahí donde hay que buscar otras explicaciones.
Ni en las épocas de la gran crisis financiera de 2008 se veía tanta volatilidad en el precio del crudo. En las últimas semanas hemos sido testigos de cómo su precio oscilaba entre +3% y -3% en una jornada diaria y viceversa. Es allí donde los especuladores entran en acción y la irracionalidad de corto plazo domina la escena.
Si el mundo desarrollado está más estable, si Estados Unidos crece a su nivel más rápido en una década (5% anualizado en el tercer trimestres) y si el mundo emergente no ha sufrido una recesión imponente, entonces me pregunto: ¿cómo el petróleo puede retroceder más de 45% en este contexto?
Extraño.
Pero como le mencioné anteriormente, la irracionalidad de corto plazo puede abrir oportunidades. Y el siguiente gráfico puede decirnos mucho acerca de eso:

Tras acusar el impacto inicial de la fuerte caída del crudo, en las últimas semanas el ETF de Energía (XLE) -línea azul-no solamente no acompañó la persistente caída del precio del petróleo -línea roja- sino que comenzó a subir.
En concreto, esto puede interpretarse como una señal de que las últimas bajas del crudo forzadas por los especuladores han perdido credibilidad y que los inversores creen que no podrá sostenerse por mucho tiempo más, por lo que aumentan su exposición a empresas del sector esperando el ansiado rebote de precios.
Particularmente creo que esto es así. Y que hay oportunidades.
El tiempo dirá quien tiene la razón. Lo que la historia dice es que en el largo plazo tienden a primar los fundamentos, dando un guiño hacia el posicionamiento en acciones petroleras.

sábado, 20 de diciembre de 2014