La palabra riesgo en inversiones es extremadamente utilizada. A mí gusto, un poco más de la cuenta.
Sabemos que, per sé, una inversión en Bolsa es más riesgosa que otras inversiones tradicionales como un depósito a plazo fijo. Pero no descubro nada con ello, sino que detrás convalido la regla que rige en los mercados globales: a mayor riesgo, mayor retorno esperado asociado.
Pero cuando hablamos de riesgo, ¿a qué nos referimos exactamente?
Para medir el riesgo de una inversión en el mundo bursátil se utiliza la noción de volatilidad, la cual está asociada a la variable estadística de desvío estándar. En términos simples, este indicador señala cuál es el nivel promedio de desvío de precios respecto un precio promedio en un período de tiempo determinado.
Cuanto mayor es el desvío estándar, más volátil es el activo: implica que los movimientos de precios oscilan mucho más en relación al precio promedio de ese rango de fechas.
A menudo solemos señalar que la Bolsa argentina es una de las más volátiles del mundo. Esto se debe,en parte, al pequeño tamaño relativo del mercado, la baja liquidez de muchas acciones y la inercia cambiante de la economía local.
No hay duda de ello. Esto es así.
Mientras que en las bolsas desarrolladas, como los principales índices de Wall Street o Europa, el nivel promedio de volatilidad o desvío se ubica por debajo del 20% anual, para el Merval, principal índice de acciones argentinas, ese nivel más que se duplica.
Por ejemplo, para las últimas 40 ruedas bursátiles, la volatilidad llegó al 49%. Esto es altísimo. Y hasta intolerable para los inversores con perfiles de riesgo más conservador.
Cuando desagregamos el análisis, observamos que los niveles de volatilidad de las acciones integrantes del índice son aún más grandes, llegando, en algunos casos, al 93% (como en Petrobras Brasil).
Estos datos, que surgen del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), muestran a las claras el por qué la Bolsa argentina se asocia con una inversión de altísimo riesgo. Adicionalmente, lo que observamos es que la prima de volatilidad subió un escalón más en 2015 respecto el nivel de 2014.
¿Por qué?
Por dos cuestiones: estamos en un año de elecciones presidenciales y el mundo se ha tornado más volátil.
Pero esta mayor volatilidad (riesgo) es la que me hace ser más optimista con el Merval para los próximos meses. Usted podrá considerar que no es el momento adecuado para invertir ni mucho menos, considerando los grandes desajustes que existen en la economía argentina.
Pero como dije en un principio, existe una correlación positiva entre el riesgo y el retorno esperado. Y si hay más riesgo hoy, es de esperar que haya más retorno mañana.
Observemos el comportamiento del índice en los primeros 23 días de 2014 y de 2015:
Luego de un comienzo de año errático, el Merval está haciendo un catch up de performance respecto el 2014. De continuar así, se esperan semanas aún más ventajosas para el inversor que las vividas un año atrás.
Gran parte de las noticias y eventos negativos ya está incorporado en los precios actuales de los activos.
Soy consciente del riesgo, pero soy optimista con las acciones argentinas en 2015.