En la última década, la economía china
fue el motor del crecimiento global compensando la debilidad de las principales
economías desarrolladas. ¿Se agota ese ciclo?
Se trata de uno de los procesos más
revolucionarios evidenciados en la última década. Mientras que las crisis
económicas tuvieron lugar en las economías desarrolladas, primero Estados
Unidos y luego la Unión Europea, el mundo emergente sacó a relucir su impronta
propia y no solo que logró salir casi ileso del impacto negativo de las crisis
sino que compensaron al mundo central con un fuerte aporte al crecimiento
global.
Mucho han tenido que ver las economías
BRIC (Brasil, Rusia, China e India), pero la letra que más importancia tuvo es
la C de China.
El gigante asiático ha venido mostrando
una dinámica de crecimiento económico exponencial, vigorizando el proceso de
expansión de la actividad en el continente africano y en Latinoamérica, ambas
regiones fuertemente influenciadas con el comercio exterior chino.
La economía china avanzó de un modo tal
que superó a Japón como la segunda economía más grande del mundo, solamente
detrás de los Estados Unidos. Según proyecciones del FMI, China podría superar
a la economía de América del Norte antes del año 2020.
Sin embargo, ¿es esto posible o una
utopía?
Son fuertes los signos de desaceleración
económica que llegan desde China y que ponen en riesgo el andar económico de
ese país, con su correspondiente impacto sobre la economía global.
Primero fue la presencia de una
ralentización de la tasa de crecimiento de las exportaciones chinas, generando
temores sobre un estancamiento en las compañías que están orientadas al
comercio exterior.
Luego fuimos testigos, hace tan sólo 10
días, de la rebaja de la meta oficial de crecimiento a 7,5% para este año, con
el fin de priorizar una mayor distribución económica y social a costa de
resignar algunos puntos de crecimiento.
Finalmente, los precios de las
propiedades en China tuvieron su peor performance en un año de acuerdo al dato
de febrero, alimentando las expectativas sobre una posible burbuja en aquel
mercado. Según el reporte, los precios
de las propiedades cayeron en 27 de las 70 ciudades relevadas, mientras que en
seis de ellas los precios no mostraron cambios.
Sin duda, es una señal de alarma, en un
contexto de endurecimiento de las condiciones económicas globales y de recambio
político en la principal economía asiática.
Estrategia:
Comprar ETF ProShares FTSE Xinhua China 25 (YXI) en US$ 40.6, con un stop loss
en US$ 36.
No hay comentarios:
Publicar un comentario