domingo, 12 de octubre de 2014

Baja el dólar, ¿bajan las expectativas de devaluación?

A diferencia de las columnas anteriores, donde gran parte de ellas estaban orientadas a explicar por qué subía el dólar en Argentina, la actual está gobernada por exactamente lo contrario: tratar de explicar por qué baja el dólar.

Así de ambigua y pendular es la Argentina de siempre. Moviéndose de un extremo al otro, sin punto medio, sin siquiera regular la velocidad de ajuste ni un poquito.

Esta particularidad es la que hace que muchos se espanten con la Argentina. Pero también eso mismo es lo que hace que algunos se vean seducidos con esta economía. Y yo, debo confesar, me siento más familiarizado con el segundo caso, aunque por momentos me gustaría ganar algo más de tranquilidad.

Más allá de eso, la novedad de la última semana es que ¡el dólar bajó!...

Después de haber tocado $ 16, alcanzando un récord histórico, la divisa retrocedió. Y más fuerte aún fue la caída del denominado dólar "contado con liqui" y el dólar "Bolsa", los cuales habían superado los $ 15 y ahora apuntan al nivel de $ 13.

Más allá de la delicada situación de la macroeconomía argentina de corto plazo, yo sostenía que el dólar en $ 15 me parecía caro para ese momento.

Cuando publiqué esto en Twitter, las críticas de mis seguidores y otros usuarios fueron muy grandes:



Mi sensación se basaba en el proceso de sobrerreacción u "overshoting" que generalmente se da en determinadas variables financieras cuando se sobrevienen momentos de estrés.

Y las semanas posteriores me dieron la razón. Todo se descomprimió.

¿Para siempre?

No, en absoluto. Soy consciente de que esta corrección bajista del dólar, en cualquier de sus versiones, fue muy gestada por el poder de policía que ejerció el Gobierno. Y creo que se debía actuar en ese sentido para evitar una corrida masiva contra el peso argentino.

Pero si rápidamente esto no es complementado con medidas que actúen sobre las expectativas, la baja del dólar será efímera. Hoy bajó el precio del dólar, pero no han disminuido las expectativas alcistas sobre el precio de la divisa para el futuro.

Urge un plan anti-inflacionario, la prudencia fiscal y monetaria y la necesidad de engrosar las reservas del BCRA de manera sustentable.

Si esto no ocurre, el dólar no tiene otro camino que seguir subiendo.

Pero recuerde, todo tiene un precio. No se deje obnubilar por ninguna opinión, provenga de donde provenga. 

Saque sus propias conclusiones con la información disponible.

Eso lo hará crecer como inversor. 



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